Hola, querida gentusilla. Hoy quiero hablaros sobre el fin del mundo. No sobran las predicciones que auguran el fin del Gran Azul para el período comprendido entre este año y el 2016. Unos se basan en ridículas predicciones de una civilización que desapareció hace mucho tiempo, así que mucho no debían saber para no ver su propio fin. Otros temen a una piedrecita de nada que puede hacer diana en la Tierra. Hay quienes hablan de que ET, Wall-E, R2D2 y demás bichitos monos vendrán a invadirnos, desde una galaxia muy muy lejana. Y por último otros se acogen a una Tercera Guerra Mundial, nuclear, de la que no se salvarán ni las cucarachas. Pues oigan, yo creo que la causa está mucho más cerca de lo que toda esta gente dice. Durante 2011 hemos vivido un gran número de revueltas en casi todos los países del mundo: España, Francia, Inglaterra, Egipto, Libia, Chile, Jordania, Túnez, Grecia, Yemen, y un largo etcétera. Por desgracia, los medios de comunicación no se hacen eco de estas revueltas, sino que solamente las mencionan brevemente, quitándole importancia. Esto es lo que hace que las revueltas no se reproduzcan por más países, y den los frutos que se esperan de ellas. Seguro que no sabéis que en muchos países están al borde de Guerras Civiles, como Corea del Norte, Egipto y algunos países de Asia que viven en regímenes dictatoriales que ríete tú de Paquito. El día que se produzca algún altercado más sonoro de lo habitual, el mundo entero se alzará y, sin duda, se producirá una guerra de clases, entre el pueblo de a pie y los políticos, banqueros, opresores todos. Venga, ya podéis llamarme extremista, pero tenemos que provocar esa guerra. Provocar un cambio que nos saque de esta crisis política, cultural, social y económica, porque ya está visto que ninguno de estos ineptos está capacitado para hacerlo. Así que, parafraseando a un tipo muy cachondo que vivió hace dos mil y pico años, te digo: “Levántate y anda”, que aún nos queda mucho camino por hacer, y, creedme, nadie lo va a hacer por nosotros.