jueves, 29 de noviembre de 2012

De la educación

Hola, querida gentusilla. Hoy vengo muy, muy enfadado. GRRRRR ESTOY ENFADADO. "¿Por qué?" pensaréis vosotros, mis mudos y ávidos lectores (...cri cri...cri cri...). Pues por la deshumanización del aprendizaje. "¿La qué? Carolus deja de drogarte, anda." Que no, que no, que tengo toda la razón del mundo.
Últimamente la educación está siendo sometida a un tira y afloja que no le está haciendo ningún bien, y si a eso le añadimos que la cosa no estaba ya bien de antes, pues apaga y vámonos.  Y es que, yo, por aprendizaje entiendo algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados en las escuelas. Allí impera el modelo bulímico: se lleva a los niños a la escuela y se les intenta meter unos libros en la cabeza, de memoria, cebarlos con mucha información (cuanta más, mejor) que vomitarán en un examen y que olvidarán en cuanto salgan por la puerta. ¿Y qué sacan con eso? NADA. Les quedará un leve recuerdo, pero no aprenderán nada. Pero eso no importa, solo es importante sacar buena nota, da igual si has copiado o si te ha chivado la respuesta alguien. No se valoran los conocimientos, sino los resultados. En conclusión, se persigue más el fin que los medios.
Y esto tiene un pase en la educación obligatoria (qué adjetivo para la educación más horrible, HO-RRI-BLE), pero que eso siga ocurriendo en Bachillerato y en la Universidad me parece algo que coloca a España a la cabeza de los peores sistemas educativos de Europa.
Mi ideal de escuela es la de ir y que te culturicen, que te intenten hacer llegar los conocimientos de una manera amena y no sientas ganas de abrirte las venas en canal cada vez que estás en clase. Algo parecido a lo que hacían los griegos hace un porrón de años.
Por supuesto, la educación debería ser voluntaria, libre y gratuita. Obligar a alguien a "estudiar" provoca un efecto negativo en el susodicho y en los que lo rodean. "Pero es que si no les obligamos, hay algunos que no estudiarán." Pues peor para ellos, oiga. Que yo he tenido que soportar a esa gente que no quería estudiar y estaba en clase "por echar el rato" y no es una experiencia agradable.
El aprendizaje se ha banalizado en un proceso simplista en el que te fuerzan a aprender una información que un "profesor" murmura en clase y luego demostrar que los has memorizado como si fuese el Padrenuestro en un examen que evalúa tus conocimientos, que luego olvidas.
Y por último, a modo de epílogo, una ligera y breve mención a los profesores malos. A ver, cómo digo esto sin que me tachen (otra vez) de vulgar: si no os gustan enseñar, ni los niños, ni el contacto con humanos, ni transmitir los conocimientos que guardáis en esas prodigiosas cabezas, QUEDÁOS EN VUESTRA MERETRIZ CASA, que yo no tengo la culpa de que vuestras vidas sean una profunda hez. Gracias por vuestra consideración.







6 comentarios:

  1. Carolus, no te enfades y eso que razones no te faltan, ya lo creo que tienes razon y corto que te quedas, pero te digo que la única manera de cambiar este sistema y a estos mediocres dirijentes que nos ha tocao, es desde dentro del sistema, hay que meterse dentro del sistema.Me gustan tu bloc.

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    1. No tengo intención de meterme en política, la verdad. Y creo que hay otras maneras de cambiarlo, no me gustaría creer que todo el poder lo tienen los del sistema.
      Pero gracias por comentar, Anónimo :)

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Carlos esta entrada es genial, yo incluso habría criticado algo más...
    De la "porcachona" que tienes en clase al lado.

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  3. *APLAUSOS* *SILBIDOS* *UN TANGA*

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